Cuando el curso pasado apostamos por rehacer la guardería de nuestro centro, nos surgió la gran oportunidad de reescribir un nuevo espacio. Teníamos claro que ese lienzo en blanco había que dotarlo de cariño, de calidez, de luz y de material natural respetuoso con el medio ambiente que otorgase a sus habitantes el confort y bienestar que un nuevo hogar ha de proporcionar.
No fue tarea fácil. La apuesta era grande, pero gracias a la ayuda de expertos en el ámbito de la edificación, logramos construir el espacio que nuestro imaginario deseaba. Un lugar mágico donde los niños y las niñas pueden sentirse libres en la exploración, motivados para el desarrollo natural de sus capacidades biológicas y acompañados por nuevas estructuras y elementos motivadores para un desarrollo positivo.
Pero un espacio pensado para educar y crecer, por muy bonito, cálido y acogedor que sea, no es nada sin una buena filosofía de trabajo que lo acompañe y dote de alma. Así pues, nuestra segunda tarea fue buscar una metodología educativa acorde al nuevo espacio que, además, aglutinase los requisitos fundamentales de una visión educativa basada en el respeto y la empatía. Y esta no es otra que la Pedagogía de la Confianza.
Pedagogía de la Confianza
Cuando conocimos la Pedagogía de la Confianza de mano de su fundador, el psiquiatra, pedagogo e investigador incansable Rafael Cristobal, lo tuvimos claro. Experiencias educativas previas basadas en esta pedagogía avalaban su eficacia y reafirmaron nuestra apuesta por este modelo educativo cuyo fundamento es la Confianza; la confianza en el niño y la niña, en sus capacidades y en sus posibilidades.
A día de hoy, inmersos en la formación de esta pedagogía, entendemos que los más pequeños precisan de unos cuidados muy específicos que, además, han de estar englobados en un entorno de cariño que sólo sus padres son capaces de satisfacer plenamente.
‘La escuela ha de ser una extensión del hogar’ que satisfaga no sólo las necesidades biológicas del niño sino que, además, le proporcione la seguridad y confianza que éste precisa para que su desarrollo sea pleno.
Rafael Cristobal, fundador de la Pedagogía de la Confianza
Para que esto sea así, el profesorado conocedor de los estadios evolutivos y de las necesidades que precisan en cada etapa de la vida de nuestro alumnado, trabajamos día a día para acompañar y educar en un ambiente de afectividad, confianza, respeto y cariño que motive un sentimiento de bienestar y les ayude a desarrollar nuevas y valiosas herramientas personales.
El objetivo: la felicidad
Al igual que un árbol con una raíz sólida y bien asentada en la tierra crecerá recto y enérgico para dar buenos frutos, un niño o una niña atendido según sus necesidades específicas, acompañado por el cariño y buen hacer del adulto, escuchado, respetado y considerado como persona capaz, llegará a desarrollar sus potencialidades y logrará desenvolverse en el mundo con herramientas poderosas que le ayudarán a alcanzar sus objetivos y, con ellos, la felicidad.
Este es el objetivo primero y final; la búsqueda y adquisición de la felicidad. El camino que en Nevers Ikastetxea deseamos tomar, acompañando a nuestros alumnos de cara al logro de sus sueños y objetivos en la vida.
